En este momento estás viendo Fanes, creador de todo y de todos en la mitología griega

Fanes es una de las deidades más misteriosas y fundamentales en Grecia, considerada el dios primordial de la creación, la procreación y la fertilidad. Se le atribuye el origen de la vida y el poder de infundir almas en los cuerpos, un papel crucial en la generación de todos los seres y el universo. En este contexto, Fanes no solo es el creador, sino también el primer gobernante del cosmos, dominando sobre la luz y la creación misma. Su figura está asociada con la renovación y el ciclo de la vida, encargándose de la generación de nuevas formas y del equilibrio cósmico.

El oráculo de Colofón, según las fuentes de Macrobio, identificaba a Fanes con el dios supremo Iao, sugiriendo que ambas deidades representan facetas del mismo principio primordial. Sin embargo, el nombre de Fanes es solo uno de los muchos con los que esta figura cósmica es conocida, y su existencia y rol varían según las distintas tradiciones y corrientes filosóficas griegas. En este artículo conoceremos todo acerca de Fanes, así como sus distintas representaciones a lo largo de la historia.

Las diferentes versiones del dios primordial

Fanes, como deidad primordial en la mitología griega, es conocido bajo varios nombres y epítetos, cada uno reflejando diferentes aspectos de su naturaleza. Uno de los nombres más significativos es Antauges, utilizado en los himnos órficos, que hace referencia a la «luz reflejada», destacando su rol como deidad lumínica, generadora de luz y vida en el universo.

Otro epíteto es Bromio, que resalta su naturaleza estruendosa y vibrante, haciendo referencia a su capacidad de resonar y retumbar, simbolizando la energía primordial y caótica del universo en sus primeros momentos de creación. El nombre Eón está relacionado con la eternidad, pues los teólogos llaman «Eones» a estos dioses de naturaleza eterna.

Como Ericepeo, Fanes es reconocido como el «dador de vida», una divinidad asociada con la primavera y la fertilidad, a menudo vinculada a otras deidades como Eros, Baco y Príapo, quienes también representan fuerzas generadoras de vida y fecundidad. Fanes es también conocido como Metis, el «ingenio» o «voluntad», en cuanto a su aspecto mental y de sabiduría, siendo la «llave del entendimiento». En algunos relatos, se le asocia con Zeus, el «omnividente», quien en ciertos mitos devora a Fanes, absorbiendo su esencia y transformándose en Pan, el dios que lo contiene todo.

Leyenda de la creación del universo según Fanes

Según la teogonía de las rapsodias órficas, Fanes nació del huevo cósmico, producto de la unión entre Éter y Abismo (Caos). Este huevo, concebido por el espíritu divino, era una suerte de feto compuesto de luz pura, similar al huevo de un pájaro. Fanes, el hermafrodita «Primogénito» del universo, surgió al romper su cascarón y rasgar una nube, emergiendo a la luz. Su nacimiento desató una luz cegadora, visible solo para la Noche, su coetánea, que no se veía afectada por su resplandor.

Fanes, la primera criatura viviente, tenía cuatro cabezas y ojos, cada uno representando un animal: toro, león, carnero y serpiente. Como deidad andrógina, fue responsable de la reproducción sexual y, según algunos relatos, sus órganos sexuales estaban ubicados detrás del ano. Además, poseía alas doradas. En un acto simbólico de autolibación, Fanes vertió una lluvia indecible desde su cabeza, lo que podría interpretarse como lágrimas.

En su unión con la Noche, Fanes engendró la Tierra y el Cielo. Luego creó el Sol, la Luna y las estrellas, dándoles nombre y marcando el paso del tiempo. Fanes, como el primer rey de los cielos, se asentó en su santuario en la cueva de la Noche, donde estableció el orden cósmico. Eventualmente, perdió interés por el poder, y la Noche asumió su lugar como reina. Fanes, entonces, se retiró a la cima de los cielos, vigilante sobre los eventos del mundo desde su carro alado.