En la mitología griega, las Grayas son figuras fascinantes y misteriosas que han perdurado en el imaginario colectivo debido a su conexión con las Gorgonas y con el héroe Perseo. Se les conoce como hermanas de las Gorgonas, pero a diferencia de ellas, no son descritas como criaturas monstruosas con cuerpos horrendos, sino como ancianas con características particulares que las hacen aún más inquietantes. Las Grayas, hijas del dios marino Forcis, representan un linaje arcaico vinculado a mitos del mar y criaturas monstruosas.
Su presencia en las leyendas griegas es breve, pero su importancia es significativa, especialmente en la famosa historia de Perseo. Se dice que las Grayas poseían un único ojo y un solo diente entre las tres, lo que las hace aún más siniestras y les da una sensación de fatalidad y decrepitud. Aunque su rol en los mitos es limitado, la naturaleza de sus poderes y su vínculo con las Gorgonas alimenta muchas de las leyendas oscuras que giran en torno a las criaturas marinas y las amenazas que acechan a los héroes, como veremos en este artículo.
¿Cuántas y cuáles eran las Grayas en la mitología griega?

Las Grayas son tradicionalmente descritas como tres hermanas, aunque algunas variaciones en sus nombres existen en las fuentes antiguas. Según la Teogonía de Hesíodo, las Grayas son hijas de Forcis y Ceto, dioses primordiales del mar. En este relato, son descritas como mujeres ancianas de mejillas bellas y cabello canoso desde su nacimiento, lo que subraya su naturaleza extraña y sobrenatural. Los dioses las llamaban «Viejas» y su aparición en los mitos reflejaba la decadencia y el paso del tiempo.
Dentro de la Teogonía, se mencionan específicamente como Penfredo, Enío y Dino, pero otras versiones del mito sustituyen a Dino por Pérside. Estas variaciones en sus nombres muestran cómo los mitos y las leyendas se adaptaban a diferentes tradiciones locales. En algunas narraciones, Penfredo se describe como la de bello peplo, Enío lleva un peplo de color azafranado, y Dino es la hermana que tiene una personalidad aterradora, acorde con la naturaleza temible de las Grayas.
El chantaje de Perseo para descubrir el paradero de las ninfas
En la Biblioteca mitológica se relata un episodio clave en la historia de Perseo que involucra a las Grayas. Tras recibir la misión de derrotar a Medusa, Perseo se dirige hacia las hermanas monstruosas en busca de información crucial sobre el paradero de las ninfas que custodiaban objetos divinos esenciales para su misión. En este relato, las Grayas, como una peculiar característica, compartían un solo ojo y un solo diente entre ellas. Perseo intercepta a las Grayas, roba su ojo y diente, exigiendo la ubicación de las ninfas con las sandalias aladas, la kíbisis y objetos mágicos.
Al verse privadas de sus posesiones, las Grayas ceden y le proporcionan la información que Perseo busca. Después de obtener la ubicación de las ninfas, Perseo, fiel a su palabra, les devuelve el ojo y el diente. Sin embargo, algunas versiones del mito van un paso más allá y nos revelan que las Grayas, además de custodiar los secretos sobre las ninfas, también poseían un oráculo que conocía la forma exacta de derrotar a Medusa. Perseo, al saber de esta habilidad, también las amenazó con su espada para obtener esta información adicional. Hermes y Atenea informaron al héroe que las Grayas eran clave para encontrar los tesoros divinos necesarios para su victoria.
Las Grayas en “Prometeo Encadenado”
Otra de las historias que involucra a estas criaturas se encuentra en «Prometeo encadenado» de Esquilo. Según el relato, las Grayas habitan más allá del estruendoso mar, en las llanuras de las Gorgonas, un lugar remoto conocido como Cístene. Allí, estas tres hermanas, descritas como viejas doncellas con figura de cisne (κυκνόμορφοι), comparten un único ojo y un único diente que utilizan alternativamente. Se nos dice que ninguna de las hermanas contempla jamás los rayos del sol ni la luz de la luna.
El texto también menciona que las Gorgonas, sus temidas hermanas, viven cerca de las Grayas, lo que subraya el carácter inhóspito y peligroso de esta región. Ovidio, por su parte, complementa esta imagen al describir el paraje donde moran las Grayas: al pie del helado monte Atlas, en un lugar seguro y protegido por un macizo rocoso. Este refugio, situado en los confines del mundo conocido, es una entrada casi impenetrable, custodiada por las hijas de Forcis. Dicha visión refuerza su carácter liminal, como seres que existen en los márgenes entre lo humano, lo divino y lo monstruoso.
Comparación de las Grayas con las Moiras

Existen numerosas similitudes entre las Grayas y las Moiras, aunque también poseen marcadas diferencias que las distinguen. Ambas tríadas de figuras femeninas comparten una conexión simbólica con aspectos fundamentales de la existencia humana. Las Grayas son vistas como personificaciones de la vejez eterna, mientras las Moiras controlan la vida de los mortales desde su inicio hasta su final.
Una característica compartida por ambos grupos es su asociación con el número tres, un patrón recurrente en mitologías de diversas culturas. Las Grayas tienen un solo ojo y un diente que comparten, lo que simboliza su interdependencia y su carácter como una unidad inseparable. Las Moiras, en cambio, trabajan de forma complementaria: Cloto hila el hilo de la vida, Láquesis lo mide y Átropos lo corta, determinando el destino ineludible de los mortales.
A nivel más general, las Grayas pueden compararse con figuras míticas similares en otras tradiciones, como las Nornas en la mitología nórdica o la diosa báltica Laima junto a sus hermanas, quienes también tienen roles relacionados con el destino o el ciclo de la vida. Sin embargo, mientras que las Moiras y las Nornas están vinculadas directamente al destino y a las decisiones irrevocables que afectan a todos los seres vivos, las Grayas son más bien guardianas de secretos y guías en las regiones más oscuras y desconocidas, como lo demuestran en el mito de Perseo.